Uno de los argumentos que los estudios exponen es que el coste total de propiedad de una solución de software libre es superior a la de una solución privativa más conocida y extendida. Con el fin de evaluar esta afirmación, vamos a suponer el escenario de la implantación de una solución o aplicación informática. En la evaluación de sus costes habrá que tener en cuenta como mínimo los siguientes conceptos:
- La licencia o licencias de la solución;
- La instalación, integración y adaptación al entorno informático de la organización donde se utilizará;
- Los costes de formación del personal en la aplicación concreta;
- El soporte a los usuarios, desarrolladores y administradores de la aplicación;
- El mantenimiento correctivo y evolutivo de la aplicación.
Lógicamente, el coste exacto de cada uno de estos conceptos dependerá de cada caso, pero vamos a seguir haciendo cábalas. Los fabricantes de software privativo afirman que, en el despliegue de soluciones, el coste de las licencias suele suponer entre un 15 y un 20% del total. Así pues, y dando por buena esta cifra, si el coste total del despliegue de esta aplicación con software privativo fuera 100, podríamos considerar bastante válida la siguiente distribución de costes:
- Licencia: 20% (de los cuales 5% son con cariz anual en concepto de actualizaciones),
- Instalación y adaptaciones: 25%,
- Formación: 15%,
- Soporte anual: 15%,
- Mantenimiento anual: 25%.
Vale la pena remarcar que los dos últimos conceptos supondrían un gasto anual.
Si ahora hacemos la misma distribución suponiendo que la aplicación se construya a partir de soluciones de software libre y siguiendo los argumentos que los estudios impulsados por las empresas de software privativo esgrimen, podemos suponer que los costes de todos los conceptos, excepto las licencias, serán más elevados por el hecho de que son productos menos conocidos, y eso provocará una menor concurrencia, que acabará suponiendo una reducción menos importante de su importe. Así pues, tendremos:
- Licencia: 0%,
- Instalación y adaptaciones: 35%,
- Formación: 20%,
- Soporte anual: 20%,
- Mantenimiento anual: 30%.
Dado que hemos utilizado estos cálculos según los principales argumentos que se hacen habitualmente como barrera para emprender proyectos de implantación de software libre, encontramos que, efectivamente, el coste total de propiedad es superior a lo que obtendríamos con una solución privativa. Los cálculos en un caso real son bastantes más complejos, pero este ejemplo es lo bastante ilustrativo sobre la forma como se distribuye el gasto en un proyecto de este tipo. En este sentido, podemos observar que el coste de licencias que tenemos con una solución privativa (que generalmente acabarán suponiendo una transferencia de capital al extranjero) se distribuye en el coste de las otras partidas con una solución de software libre. Pero precisamente estos servicios son los que hay que prestar in situ, de manera que acaban repercutiendo en una mayor facturación de las empresas locales.
Sin embargo, ¿qué sucede con el periodo de retorno de la inversión, aquello que se llama ROI? Podemos seguir con el mismo supuesto para ver qué sucederá en los próximos años. Consideraremos que el segundo año los precios de los servicios de soporte y mantenimiento permanecen inalterables por el hecho habitual de que la administración licita este tipo de provisión con carácter prorrogable. A partir del segundo año, sin embargo, hará falta una nueva licitación para continuar disponiendo de estos mismos servicios.
Fuente: UOC - Software Libre en el Sector Público
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