jueves, 23 de septiembre de 2010

Algunos Indicadores que muestran como anda Republica Dominicana

Recientemente nuestro Excelentisimo Presidente estuvo por la ONU explicando (pidiendo cacao) las razones (absurdas) por culpa de las cuales no se podrán alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por la OMD. Lean aquí la reseña.

No obstante éste haber presentado estas tres (ridículas) causas que entorpecen dicho objetivo, el PNUD en su informe de Política Social 2010 presenta una serie de elementos (que en realidad es solo uno: Corrupción. Pero que de este se derivan todos los demas) que debemos considerar y que han impedido en las últimas décadas que este pedazo de isla con gente (ciega, sorda y muda para cosas com esta) se pueda desarrollar o por lo menos salir de este charco que parece que ningún suaper puede secar.


Cito:
  • La esperanza de vida al nacer ha mejorado, entre 1960 y 2005, incluso a un ritmo mayor que el de América Latina y el Caribe, pero aún está por debajo del promedio regional y por debajo del  nivel esperado dado el estándar mundial asociado a la riqueza por habitante.
  • La probabilidad de morir antes de los 40 de años de un dominicano o dominicana es más elevada que el valor esperado.
  • La tasa bruta de mortalidad por cada 1,000 habitantes ha mejorado entre 1960 y 2005 a un ritmo mayor que el resto de América Latina y el Caribe y está en el promedio regional.
  • La mortalidad infantil ha disminuido entre 1960 y 2005, pero a un ritmo menor que el promedio regional de América Latina y el Caribe. El nivel de mortalidad infantil dominicano está por encima del promedio regional y es 18% más elevado que el valor esperado.
  • La tasa de mortalidad materna ha disminuido de 229 por cada 100,000 nacimientos en 1996 a 159 por cada 100,000 en 2007, sin embargo el valor esperado, dada la riqueza por habitante, debería ser la mitad del observado.
  • En el 99% de los partos, las mujeres estuvieron asistidas por personal sanitario, una de las tasas más elevadas de los países en desarrollo. Tal nivel de asistencia correspondería a una tasa de mortalidad materna equivalente a la quinta parte de las 159 reportadas por cada 100,000 nacidos vivos.
  • El índice de desarrollo humano y todos sus componentes están por debajo del promedio regional (Cuadro II.2), además, en el largo plazo el PIB por habitante ha mejorado más rápidamente que el índice de desarrollo humano, lo que muestra un nivel de desaprovechamiento de la oportunidad de crecimiento para mejor las condiciones de vida de las personas.
  • La concentración del ingreso se ha mantenido elevada, por lo que la República Dominicana ocupa el número 19 entre 126 países de mayor desigualdad.
  • La proporción del ingreso del 20% más rico con relación al 20% más pobre es elevada. Esto coloca al país en la posición 24 de 126 naciones de mayor brecha. Según las estimaciones de la CEPAL, la brecha entre ricos y pobres es mayor y tiende a crecer (Cuadro II.3).
  • El nivel de pobreza, cuando se ha medido por las necesidades básicas insatisfechas, se muestra rígido a la baja (década del 90 y principio del 2000) y aún cuando se mide por el ingreso, se deteriora rápido pero se recupera lentamente frente a los a los cambios del PIB (Anexo II.6). Además, según las estimaciones de CEPAL, la pobreza en República Dominicana es mayor que el promedio de América Latina y la diferencia tiende a crecer.
  • La mortalidad de niños y niñas menores de cinco años ha disminuido en más de la mitad desde la década de los 80, sin embargo, el nivel actual es 11% mayor al esperado.
  • El gasto público en salud observado equivale sólo al 62% del gasto esperado, dado el estándar mundial asociado al nivel de riqueza por habitante; por ello el país ocupa la posición 124 de 164 naciones, mientras que en PIB per cápita real de paridad de poder adquisitivo ocupa la posición 84 dentro del mismo grupo de países: es decir, la riqueza se desaprovecha y no se invierte en mejorar el gasto público en salud.
  • El gasto privado en salud como porcentaje del PIB es proporcionalmente uno de los más altos del mundo. República Dominicana ocupa la posición 19 de 164 países en cuanto al gasto privado en salud, mientras se encuentra en el puesto 84 en términos de riqueza por habitante. Estos indicadores evidencian que la salud ha tenido una muy baja prioridad para el Estado.
  • El acceso de la población a saneamiento y a fuentes de agua mejorada ha evolucionado positivamente para la población dominicana y está por encima de lo esperado. Esta es una de las áreas en las que más progreso se registra. La infraestructura de acueductos ha aumentado, pero no así la potabilidad del agua.
  • El gasto en educación como porcentaje del PIB 18 está entre los más bajos del mundo. De 145 países, República Dominicana ocupa la posición 141 del gasto en educación como porcentaje del PIB, aunque en términos de riqueza por habitante ocupa la posición 78. 
  • En nivel de alfabetización, el país está por debajo del promedio regional y del valor esperado, aunque ha mejorado en las últimas décadas.
  • La tasa neta de matriculación en educación básica ha aumentado 32 puntos porcentuales en los últimos 12 años, al colocarse en el 95% en 2007. Sin embargo, la calidad de la educación, comparada con la región, es desalentadora. El 90% de los niños y las niñas dominicanos tiene un rendimiento que está en el peor nivel o incluso aún por debajo 21 en matemáticas de tercer grado, mientras que, en promedio, solo 46% de los estudiantes latinoamericanos se situó en estas dos categorías. El 78% de los estudiantes dominicanos está en igual situación en lectura de tercer grado, ya que solo el 32% de los estudiantes latinoamericanos se ubica en esos niveles.
  • El seguro familiar de salud ha sido un gran avance, tanto en la creación de la conciencia de derechos en la población como en el impacto directo en la salud de las personas de menores ingresos, reduciendo los gastos de bolsillo y aumentado el uso de los servicios de salud. Este progreso está, sin embargo, incompleto; desde su comienzo, muchos plazos no se han cumplido, retrasando todo el proceso. En 2008 aún faltaba por asegurar a los trabajadores por cuenta propia e informales y sus dependientes así como a aproximadamente la mitad de la población pobre y a un 60% de los asalariados y sus dependientes. Una situación similar ocurre con el sistema pensiones, un avance en materia de derechos, pero que aún está incompleto, con el agravante de que al final de la vida, dado los bajos salarios, los montos de pensiones son irrisorios. Al ritmo actual parece poco probable que se cumpla con el calendario previsto para la completa puesta en marcha de todos los regímenes de financiación el 2011.
  • El desempleo se ha mantenido rígido a la baja a pesar de los elevados ritmos de crecimiento registrados durante décadas. El nivel más bajo alcanzado de desempleo abierto fue de 13.9% en el 2000 y diferentes mediciones indican que la generación de empleo adicional por cada 1% de crecimiento del PIB se reduce en el largo plazo.
  • Entre 2000 y 2007, de cada 10 nuevos empleos, 7 fueron creados en el sector informal y casi 5 de cada 10 nuevos empleos fueron absorbidos en trabajo doméstico, salones de belleza, guaguas, motoconchos, vendedores de colmados y colmadones, es decir trabajo en extremo precario.
  • La emigración hacia el exterior refleja la incapacidad del modelo económico e institucional de ofrecer una vida digna a la ciudadanía, se aprecia que la tasa neta de migración tiende a aumentar, aunque se desacelera después en la década del noventa y es hoy un 41% más elevada que hace 45 años (Anexo II.7).

En general, estos indicadores muestran que los progresos han sido parciales y disparejos, reflejando en algunos casos las tendencias internacionales de cambios tecnológicos y avances mundiales en los medicamentos, comunicaciones e infraestructura, que responden más a circunstancias coyunturales que a un modelo de desarrollo social integrador y sistémico de largo plazo.

Entonces, que crisis de Baninter ni petrolera ni calentamiento global del carajo.

Saque sus propias conclusiones...

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