Quienes estuvieron en la exposición industrial de 1851 en Londres, se quedaban mirando una desgarbada máquina que estaba colocándose en el sector norteamericano. El Times de Londres pronto la describía como "un cruce de carroza de Astley, carretilla de mano y máquina voladora." El fenómeno mecánico era una cosechadora mecánica, inventada por Cyrus McCormick en Virginia. Era un aparato tirado por caballos y destinado a cortar los cereales más rápidamente que la antigua guadaña o la moderna agavilladora --ambas, aparatos manuales.
Cuando se ensayó la segadora en un capo de las afueras de Londres, se congregaron unos doscientos agricultores curiosos, quienes pestañearon al ve que la máquina, tirada por un solo tronco de caballos cortó en setenta segundos una franja de 67 metros de largo entre el trigo verde y pesado. Devuelta a la sala de exhibición, la segadora se convirtió en el centro de la atención. Los jueces otorgaron la Gran Medalla de la exposición a McCormick, y el Times dijo que el invento de éste era "la más valiosa contribución llegada del extranjero." La segadora de McCormick siguió ganando premios en las ferias mundiales durante los treinta años siguientes: en París, Lila, Hamburgo, Viena, Filadelfia y Melbourne.
McCormick era agricultor. De niño había movido la pesada agavilladora en los campos de su padre. Ese aparato cortaba con mucha mayor rapidez que la guadaña, pero McCormick soñaba con una máquina tirada por caballos, que cortara rápidamente y sin sacudir el grano maduro hasta desprenderlo de las espigas. Construyó y demostró su primera segadora en 1831, cuando tenía 22 años de edad, y la mejoró en los años siguientes. Segar cinco hectáreas de trigo con una agavilladora era antes trabajo de tres días para tres hombres; la novísima máquina de McCormick redujo el tiempo de trabajo a dos días. En el decenio de 1850, sus segadoras construidas en fábrica tenían garantía de cortar a razón de una hectárea cada ochenta minutos.
La de McCormick no fue la primera segadora. Otros inventores habían patentado máquinas antes de 1831 en Inglaterra, Francia, Alemania y los Estados Unidos. Pero McCormick resolvió los problemas de diseño que nadie más había superado. La suya fue la primera máquina del tipo que ahora es universal.
La segadora produjo cambios radicales en la agricultura. Hasta el decenio de 1850, los Estados Unidos importaban trigo de Europa, en tanto que el grano se pudría en las fértiles llanuras, por falta de hombres que lo cortaran y recogieran. Los agricultores se veían reducidos a plantar de dos a tres hectáreas del cereal, a menos que pudieran contar con ayuda extra durante la breve temporada de la recolección. La segadora permitió a los agricultores aumentar sus plantaciones y abrió las llanuras del Oeste al cultivo de trigo. En Minnesota, por ejemplo, la producción se duplicó con creces durante el decenio de 1870, y la harina proveniente de ese Estado comenzó a aparecer en los mercados extranjeros.
La segadora misma pronto atrajo a compradores extranjeros. Antes de 1884, año de la muerte de Cyrus McCormick, barcos enteros cargados de sus máquinas salían hacia Inglaterra, Francia, Alemania, Rusia y otros países. Para entonces se había añadido un mecanismo automático para hacer manojos. En todos los países importantes como productores de cereales, las segadoras, o una combinación de segadora y trilladora construida según le modelo de McCormick han ayudado a los agricultores a suministrar abastos más abundantes a su pueblo.
Más información:
http://es.wikipedia.org/wiki/Cyrus_McCormick
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